LA CAJA DE PANDORA
David Efraín Misari Torpoco
Zeus y el resto de los dioses vivían en el monte Olimpo. En la tierra el titán Prometeo creó la raza humana a la que dotó de conocimientos y le enseñó a respetar a los dioses. A Zeus le gustó mucho lo que había hecho Prometeo y quiso darle un premio. Ordenó al Dios Hefesto que creara la primera mujer de la tierra para regalársela a Prometeo.
Hefesto modeló con arcilla una bellísima mujer que llamó
Pandora. La belleza de Pandora
impresionó a todos los dioses del Olimpo y cada dios le fue concediendo una cosa. Atenea la dotó de sabiduría, Hermes de elocuencia y Apolo de dotes para la música.
El don de Zeus consistió en una hermosa caja, que se suponía contenía tesoros para Prometeo, pero le dijo a Pandora que la caja no podía abrirse bajo ningún concepto, lo que Pandora prometió a pesar de su curiosidad. Pandora y su caja fueron ofrecidos a Prometeo, pero este no se fiaba de Zeus y no quiso aceptar los regalos.
Para que Zeus no se ofendiera
Prometeo entregó ambos regalos a su hermano Epimeteo y le dijo que guardara
bien la llave de la caja para que nadie pudiera abrirla. Cuando Epimeteo
conoció a Pandora se enamoró locamente y se casó con ella aceptando la caja
como dote.
Un día Pandora, que era muy curiosa, no pudo aguantar más, le
quitó la llave a Epimeteo y abrió la caja, de la que salieron cosas horribles
para los seres humanos como enfermedades, guerras, terremotos, hambres y otras
muchas calamidades.
Al darse cuenta de lo que había hecho Pandora intentó cerrar la
caja, pero sólo consiguió retener dentro la esperanza que, desde entonces,
ayuda a todos los hombres a soportar los males que se extendieron por toda la
tierra.
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