viernes, 16 de abril de 2021
LA CAJA DE PANDORA
David Efraín Misari Torpoco
Zeus y el resto de los dioses vivían en el monte Olimpo. En la tierra el titán Prometeo creó la raza humana a la que dotó de conocimientos y le enseñó a respetar a los dioses. A Zeus le gustó mucho lo que había hecho Prometeo y quiso darle un premio. Ordenó al Dios Hefesto que creara la primera mujer de la tierra para regalársela a Prometeo.
Hefesto modeló con arcilla una bellísima mujer que llamó
Pandora. La belleza de Pandora
impresionó a todos los dioses del Olimpo y cada dios le fue concediendo una cosa. Atenea la dotó de sabiduría, Hermes de elocuencia y Apolo de dotes para la música.
El don de Zeus consistió en una hermosa caja, que se suponía contenía tesoros para Prometeo, pero le dijo a Pandora que la caja no podía abrirse bajo ningún concepto, lo que Pandora prometió a pesar de su curiosidad. Pandora y su caja fueron ofrecidos a Prometeo, pero este no se fiaba de Zeus y no quiso aceptar los regalos.
miércoles, 14 de abril de 2021
VINIERON TODOS JUNTOS EN UN BARCO
Testimonio de Juan Yara y Margarita Higa
Sakura Maru |
Yo he nacido acá, en San Agustín.
Mis padres, en cambio, sí son de Japón, ellos vinieron al Perú allá por el año
1925. Primero llegaron a Cañete y de ahí ya se vinieron para acá después de dos
años. Cuando ellos vinieron ya estaban aquí algunos negros y criollos, también
había chinos, pero en muy poca cantidad.
Lo que nuestros padres nos han contado es que ellos se vinieron todos juntos en un barco y la travesía duraba de cien a ciento veinte días, vinieron algo así como escapándose de la pobreza. Vinieron acá, su mira era regresar algún tiempo después a su tierra, pero ya la situación económica no daba para ello. Inclusive ellos fueron formando parejas acá, fueron aumentando las familias y, así, cada vez era más difícil regresar; por eso que la mayoría de los que se han venido con esa idea de regresar no han podido hacerlo. También allá, en Japón, había pobreza, la situación estaba mala y como ellos lo que sabían era el trabajo de agricultura, entonces, al llegar acá buscaron terreno para dedicarse a eso. Llegaban como contratados, y los hacendados de distintos sitios, a todos estos personales, no los llamaban por sus apellidos porque era muy difícil decirlos. Ellos les ponían un número a cada uno, entonces a uno le decían 50, a otro 100 y, así, hasta ahora último, después de la Segunda Guerra Mundial, los japoneses fueron llamados en esta forma.
EL PODER DE LA INFANCIA
1912
LEÓN TOLSTÓI
(ruso)
Era uno de los que, durante la guerra civil,
luchaban del lado de las autoridades. Acababan de prenderlo y lo iban a
ejecutar.
«¡Qué le hemos de hacer! El poder no ha de estar siempre en nuestras manos. Ahora lo tienen ellos. Si ha llegado la hora de morir, moriremos. Por lo visto, tiene que ser así», pensaba el hombre; y, encogiéndose de hombros, sonreía, fríamente, en respuesta a los gritos de la multitud.
LA SIRENA DEL BOSQUE Ciro Alegría El árbol llamado lupuna, uno de los más originalmente hermosos de la selva amazónica, “tiene madre”. Los i...
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LA SIRENA DEL BOSQUE Ciro Alegría El árbol llamado lupuna, uno de los más originalmente hermosos de la selva amazónica, “tiene madre”. Los i...
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EL PODER DE LA INFANCIA 1912 LEÓN TOLSTÓI (ruso) ¡Que lo maten! ¡Que lo fusilen! ¡Que fusilen inmediatamente a ese canalla...! ¡Que ...